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TAMARA & BERTO

En la Iglesia de San Isidoro de Oviedo, se selló el amor de Tamara y Berto. Un suspiro de eternidad resonó en cada voto, mientras la luz divina acariciaba sus rostros. El banquete, en el Palacio de Luces de Lastres, se convirtió en un festín de deleites y risas compartidas. La noche fue preciosa, un lienzo donde los sueños se hicieron realidad. 

Que cada amanecer sea un poema escrito a dos manos, y que el eco de su amor perdure más allá del tiempo.

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